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CAPÍTULO XVII
Sobre la naturaleza y diferencia de los adverbios
El adverbio, que es algo así como ad uerbum, se llama así porque es una especie de modo o adjetivo del verbo, como en bene currit. Sin embargo, se une también a otras partes de la oración, como en bene doctus, ualde mane, semper deus, semper lenitas. Enumerar las formas del adverbio no es cometido del gramático; sí sería cometido del gramático, si nos limitamos a la desinencia; así, tenemos adverbios en -im, como punctim, caesim, membratim; otros en -us: subtus, intus; otros en -o: cito, profecto; en -as, como alias, cras; en -i: ubi, ibi; en -e: bene, pulchre, sane; en -er: duriter, fortiter; y así sucesivamente. Hablar, sin embargo del significado de los adverbios es más propio del filósofo que del gramático, ya que la función del gramático es, según el testimonio de Varrón, indagar, no el significado de las palabras, sino su uso. Por eso yo, en el Arte pasé por alto los significados; pero aquí, para que nadie los eche de menos, los expondré de alguna forma. Afirmativos: certe, nae, quidni?, quidem. Negativos o prohibitivos: non, haud, minime, nequaquam. Locativos: hic, intus, foris; de ellos hablé con abundancia en el Arte. Temporales: diu, cras, nupe,; dudum. De cantidad: ualde, nimis, satis, perquam, impense. De cualidad: bene, pulchre, elegante,; nimis. Comparativos: magis. Los demás, como melius y doctius son acusativos, en los que falta katà, como he dicho muchas veces y diré ampliamente en el capítulo sobre la elipsis. Congregadores: una, pariter, simul, coniunctim. Demostrativos: en, ecce; aunque éstos son más bien sonidos inarticulados. Vocativos: O, heus; son más bien sonidos que parte de la oración. Dubitativos o de suceso: forte, fortasse, forsitan, aunque este último es un compuesto de tres palabras: fors, sit y an. Delimitadores: Vix, sensim. Hortativos: eia, age, agite, agedum. Interrogativos: cur?, quare?, aunque éste último es: qua de re. De juramento: Hercle, medius fidius, aedepol, aecastor, si es que no quieres llamar nombres a éstos. De orden: deinde, deinceps; pero primum, primo y secundum, secundo son nombres siempre. Numerativos: semel, bis, deinde, deinceps, centies y demás. Los griegos consideran como adverbios lo que para nosotros son interjecciones; pero se trata sólo de sonidos inarticulados y naturales; por eso no las considero entre las partes de la oración. Son sonidos de este tipo: Apage, phy, vae, papae, vah, o, oh, ej, hei, eu, heu, atat, ah, st, pro, proh, hahahe, euge. Son también considerados como adverbios las palabras que yo he eliminado del grupo de las preposiciones, entre las cuales estaban según la enumeración de los gramáticos. |
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