[IV]
|
|
CAPÍTULO IV
Sobre los verbos pasivos, en contra de la opinión de todos los gramáticos.
Los gramáticos han delirado muchas veces, pero nunca tan extraordinariamente como en sus locas doctrinas sobre los verbos pasivos. Dicen, en efecto, que el agente va en pasiva en ablativo con a o con ab, o también en dativo. Los hay más torpes que incluso añaden el acusativo con per, como en res agitur per eosdem creditores. Todo falso. En lo que al dativo es fácil desarmarlos, pues se apoyan en algún que otro testimonio mal entendido. Así en Cicerón: Neque senatui neque populo neque cuiquam bono probatur; pero deberían advertir que este mismo dativo se encuentra muchas veces en activa en Cicerón y en otros. Cicerón, en la Defensa de Balbo: Non ut uobis rem tam perspicuam dicendo probaremus; así pues, hoc non probatur mihi es lo mismo que tu hoc mihi non probas; Cicerón, en el libro 4 de las cartas a Atico: Quos libros, ut spero, tibi ualde probabo. Añaden otros ejemplos de Virgilio: Nec cernitur ulli, es decir, ab ullo; no han consultado a Servio, quien dice que este giro es de origen griego. De todas formas, para mí el dativo, en este caso y en todos los demás, significa siempre interés, y no va regido por ningún verbo, sino que se adapta fácilmente a cualquier oración; no tiene, en efecto, significado distinto en las frases da pecunias mihi, filius mihi peccat, y non omnibus dormio; así pues, non cernitur ulli equivale a nulli ostendebatur, nulli erat conspicuus. De ahí que fuera muy buena la traducción que hace Apuleyo, en el Sobre el dios de Sócrates, del verso de Homero: Soli perspicua, ast aliorum nemo tuetur. Añaden otro ejemplo de Marcial, del libro 2: Si cui forte legeris, et si totus tibi triduo legatur; pero quienes aducen este texto parecen ignorar la costumbre romana de leer escuchando a lectores, dice Vives, en Sobre la corrupción de las artes, libro 1: "Los próceres romanos tenían en sus ocupaciones imperiales lectores, llamados anagnostas en griego, los cuales les leían mientras comían, mientras dormían, mientras se lavaban, mientras andaban, y mientras viajaban". Es más, del propio Marcial se puede aprender que el dativo tiene el significado de interés incluso en pasiva; así en libro 10: At non et stamina differt Atropos atque omnis scribitur hora tibi; Plauto: Mihi istic nec seritur nec metitur. Pero, dicen, en el caso de los participios pasivos es evidente la existencia de un dativo agente, como en dicte mihi, dicende nobis. Respondo que dichos dativos no están en función del participio, sino en función de un verbo sustantivo, como en sunt amici mihi, donde también tiene el significado de interés y no el de acción o pasión; así en causa docenda mihi est, que equivale a: Mihi, non aliis, expedit causas docere. Quienes afirman que el agente se pone en acusativo con per se engañan todavía más, pues cuando Cicerón dijo Res agitur per eosdem creditores, no quiso decir que los creditores hicieran el asunto, sino que los amigos del rey hicieron el asunto a través de los creditores. Su error queda totalmente rechazado a partir de los innumerables testimonios, en los que aparece per en voz activa; Quinto Curcio, libro 9: Inuitatumque ad epulas per Boxum quendam Macerianum in couiuio occidit; César, en Guerra Civil 3: Pompeius frumentum omne per equites comportauerat; Cicerón: Mirifice mihi et per se et per Pompeium blanditur Appius; el mismo: Nihil interest utrum per procuratorem agas an per te ipsum. Si la preposición per no marca al agente, como es fácil demostrar, tampoco lo marcarán ni a ni ab, ya que Cicerón preguntado mediante per, responde con a, el texto está en la primera y segunda cartas del libro 5 a los familiares, donde Metelo dice: Non putaram Metellum fratrem ob dictum capite ac fortunis per te oppugnatum iri; a esto responde Cicerón: Quod scribis non oportuisse Metellum fratrem tuum ob dictum a me oppugnari; el mismo, en carta a Luceyo: Quum hoc demonstret me a te potissimum ornari celebrarique uelle; y añade poco después: Neque autem ego sum ita demens, ut me sempiternae gloriae per eum commendari uelim etc. Mira más adelante. Si el agente se marcara mediante a o ab, siempre aparecería, o al menos se supliría, el ablativo con la preposición; pero hay muchos casos en los que no se puede suplir; luego no es necesariamente agente el ablativo. Cicerón, en la defensa de la ley Manilia: In quo agitur populi Romani gloria, agitur salus sociorum, aguntur certissima populi Romani uectigalia; el mismo: Aeschines in Demosthenem inuehitur; Virgilio: Tum uero in curas animum deducitur omnes; añádanse los siguientes ejemplos: linquor animo, consternor mentem, uideris esse doctus, afficior pudore y otros muchos de este tipo. Así pues, la auténtica regla de mi gramática es la siguiente: Un verbo necesita sólo un sujeto, y nada más. A y ab, por decirlo en general, significan, tanto en activa como en pasiva, a parte, como ocurre en uentus stat ab Oriente; cuando Cornelio Tácito dice trepidabatur a Caesare, no quiso decir que César temblara, sino que se temblaba del lado del César, es decir, temblaban los cesarianos. Y cuando Cicerón, en el libro 2 de Sobre los deberes dice, hablando de la muerte de Alejandro Fereo, Ab ea est enim ipse propter pellicatus suspicionem interfectus, no quiere decir que la propia Tebes, con su propia mano, matara al rey, el cual fue ejecutado por Tesifón, Pitolao y Lycofrón, hermanos de Tebes: así lo transmiten Plutarco en Pélope y Diodoro Sículo, en 16, 4 de los Anales. Pomponio Mela, en 1, 21, dice que la ciudad Dioscurias fue fundada a Castore et Polluce, cuando en realidad fueron Anfito y Telquio, aurigas de Castor y Pólux, los que la fundaron. Terencio, en Formión: Non potest satis pro merito ab illo tibi referri gratia; esta misma frase es transmitida por César, en Guerra Civil 3, de la siguiente forma: Pauca apud eos locutus, quod sibi a parte eorum gratia relata non sit pro suis in eos maximis beneficiis. Este texto me anima a aducir testimonios, en los que la misma función es marcada unas veces con a o ab, y otras de otra forma. Livio, en lib. 6 de la década 3, hablando de Jubelio: Me quoque iube occidi, ut gloriari possis multo fortiorem quam ipse es uirum abs te occissum esse; Valerio Máximo, lib. 3, cap. 2, hablando del mismo Jubelio: Quid cessas in me cruentam securim distringere, ut gloriari possis aliquando uirum fortiorem quam ipse es tuo iussu interemptum?; el mismo Valerio Máximo, en el cap. 3, del libro 5, hablando de Carbón: Sed nobis tamen tacentibus Cn. Carbonis, iussu tuo interempti, mors animis hominum obseruabitur; el mismo, hablando del mismo personaje, en el cap. 2 del libro 6: Vidi Cn. Carbonem, cum in summo esset imperio, a te equite Romano trucidatum. A estos ejemplos, añade los aducidos más arriba a propósito de Metelo y Luceyo. Pero, para terminar de convencer a los obstinados gramáticos, me refugiaré en el asilo de las Sagradas Escrituras. San Pablo dice en Rom. 6: ὁ γὰρ ἀποθανὼν δεδικαίωται ἀπὸ ἁμαρτίας, es decir: Qui enim mortuus est iustificatus est a peccato; convierte esta frase en activa, según las reglas gramaticales, y caerás en una herejía: Peccatum iustificauit illum qui mortuus est. ¿Qué más absurdo que esto? A peccato iustificatus est illa quiere decir a parte peccati, es decir, que a él no le afecta el pecado. Así se manifestó Pilato: Innocens ego sum a sanguine iusti huius. Más oscuros son Mateo, en cap. 11, y Lucas, en cap. 7: Iustificata est sapientia a filiis suis, que quiere decir: "la sabiduría no pertenece a esta generación"; Y Jerónimo, 10: Stultus factus est omnis homo a scientia. Que a o ab significan de parte de lo podría demostrar con muchos testimonios; pero sólo aduciré unos pocos, empezando por el verbo sustantivo. Sum. Plauto, en Gorgojo: Tam a me pudica est, quasi soror mea sit; Terencio, en Hécira: Narrat ut uirgo a se integra etiam tum siet; el mismo: Ab Andria est ancilla haec; el mismo, en Heaut.: Tantumne est ab re tua otii tibi?; Valerio Máximo, libro 2, cap. 4: Atellani autem ab oscis acciti sunt, que quiere decir que los romanos los trajeron ab oscis; Cicerón, en la defensa de Murena: Nostri, inquam, illi a Platone et Aristotele moderati homines, es decir, hombres platónicos y aristotélicos; el mismo, en Sobre el orador 3: A caeteris silentium fuit; el mismo, en la defensa de Milón: Beatos esse quibus ea res honori fuerit a ciuibus suis; el mismo, en la defensa de Rabino: Quorum impunitas fuit non modo a iudicio sed etiam a sermone; el mismo, en Sobre el orador 1: vide ne hoc totum, Scaeuola, sit a te; de Cicerón son las siguientes frases: Locus a frumento copiosus, a magistratibus nuda res publica, ab amicis inops, a propinquis nudus, a suis munitus, orba ab optimatibus concio. Desum. Cicerón, en Sobre el orador, 3: Nihil isti adolescenti a natura neque a doctrina deesse sentio. Possum. Terencio, en Heaut.: Sed hic actor tantum poterit a facundia, quantum etc. Sto. Cicerón: A uoluntate scriptoris stare; o a se potius quam ab aduersariis stare; a senatu stare. Concrepo. Terencio: Concrepuit a Glycerio ostium. Crepo. El mismo: Sed quid ab illo crepuerunt fores? Cado, occido, pereo, intereo. Ovidio, en Metamorfosis 5: Magna feres tacitus solatia mortis umbras a tanto cecidisse uiro; el mismo, en Metamorfosis 13: Occidit a magno, sic Dii uoluistis, Achule; Propercio: Solus amans nouit quando periturus et a quo; Lucano: Quis nolit ab isto ense mori; Ovidio, en Cartas del Ponto 3: Discipulo perii solus ab ipse meo; Cicerón, en Deberes 2: Phalaris non a paucis interiit, ut hic noster; el mismo: A ualentiore perire; Plinio, en libro 11: Quum penit ab Annibale. Ciere. Livio, en libro 1: Vtrinque pugnam ciebant, ab Sabinis Metius Curtius, ab Romanis Hostius Hostilius. Concilio. Cicerón: Tantum amorem sibi conciliarat a nobis omnibus; Plauto, en Mostelaria: Quia a patre eius conciliarem pacem. Cursito. Terencio, en Eunuco: Me quis forte internuntius clam a milite ad eam cursitet. Collucet. Cicerón, en Académicas: Mare nunc, quia a sole collucet, albescit. Defluo. Horacio: Multaque merces defluat tibi aequo ab Ioue. Dicor. Virgilio: Qui nunc Misenus ab illo dicitur, es decir: propter Misenum; así también: Dux dicitur a ductu, y rex a regendo; Plinio: Ab amicitia eius Gracchanus appellatus. Doleo. Plauto, en Cistelaria: Doleo ab animo, doleo ab oculis, doleo ab aegritudine; Plinio, libro 24, cap. 8: Si caput a sole dolet. Metuo. Cicerón: Et a me insidias metuunt. Madesco. Ovidio: Nubibus assiduis pluuioque madescit ab Austro. Nuntio. Cicerón, en Académicas 1: Nuntiatum est nobis a M. Varrone uenisse eum ab Roma. |
Copyright(c) de la versión electrónica 2004 Carlos Cabanillas. Proyecto GRAMMATICVS. |