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CAPÍTULO V
Del verbo sustantivo sum, fuo y fio y de las formas mea interest, tua refert. La base y la clave de todos los verbos es el verbo sustantivo, que en griego tiene la forma φύω, y en latín la forma fuo o fio. Y φύω deriva de φύσις, que significa naturaleza, a no ser que se prefiera decir lo contrario: que de φύω deriva φύσις.Y el verbo ἐστί, en latín est, y εἰμί, en latín sum, es el apropiado y auténtico verbo sustantivo, en contra de la opinión de César Escalígero, quien, en el cap. 112, pretende demostrar que mediante este verbo se marca también el accidente, como sucede en Caesar est albus; ya se ha demostrado hasta dónde llega su error al enseñar en otra parte, en contra de los dialécticos, que un accidente no se puede predicar de una sustancia; y es que en albus falta homo; la frase, de otra manera, sería: Caesar est albus Caesar. Mira el comienzo de mi capítulo sobre la elipsis. A propósito de tua interest y de nostra non refert yo he dicho que se trata de acusativos del plural. Esta luminosa idea se la debemos a Celio Calcagnino, en sus cartas, y a Julio César Escalígero. Pero mis adversarios, que piensan que la idea es mía, se atribuyen a sí mismos el invento denigrándome. Yo lo voy a defender como mío. Una preposición ante un verbo o bien produce un verbo compuesto, o bien se refiere a un caso que va después, como ocurre en argutos interstrepere anser olores, frase sobre la que se extiende Lambino en odas 7 del libro 2. Lo mismo ocurre con interest; decimos, en efecto, murus interest inter me et te, y mea interest hoc facere, es decir: est inter mea negotia. Horacio: Nihil intra est oleam, nihil intus in nuce duri, es decir: Nihil est intra oleam duri; el mismo: Villa, quae superest Claudi cauponas, es decir: quae est super cauponas. En este punto me admira la agudeza de los gramáticos que pudieron inventarse que mea, tua, sua son ablativos del singular; da vergüenza recorrer los argumentos en que se basan; voy a aducir, sin embargo, con perdón para vuestros oídos, algunos. Dicen: el ablativo re exige los adjetivos mea, tua, sua, pues interest mea es lo mismo que est in re mea; pero se engañan, juntamente con su maestro Calepino, ya que en latín no se dice hoc est in re mea, sino e re mea, o in rem meam. Añaden además: puesto que re es un ablativo femenino, por eso se añade mea; tienen sin duda ojos de lince quienes ven tan claramente en re un ablativo. Por último, me produce pena Lorenzo Valla, quien dice que suena mejor interest mea que interest meo, porque mea se coloca en medio y es una palabra más suave al oído. Contra todos estos traigo a colación el testimonio de Aristóteles, por cuya doctrina sabemos que las palabras compuestas no tienen ninguna relación con sus componentes, es más, que las propias partes componentes no significan nada; efectivamente, en la palabra omnipotens, el elemento omni no significa nada, en cuanto que es parte del compuesto, de la misma forma que tampoco significa nada potens. ¿Por qué, pues, decir, que re en composición tiene alguna entidad y añadirle los adjetivos mea, tua, sua?; en la palabra agricola no se pueden añadir al elemento agri los adjetivos felicis o fertilis. Pero ¿por qué perder tiempo en refutar las oscuridades de los gramáticos en lugar de demostrar claramente cuál es el nombre en el que se apoyan estos verbos? Cicerón, en la carta 19 del lib. 3 de las cartas a Atico: In Epirum me statui conferre, non quo mea interesset loci natura; el mismo, en Límites, 4: Mihi non satis uidemini considerare quid intersit naturae quaeque progressio; Terencio, en Adelfos: Hoc pater ac dominus interest; Plauto, en Mostelaria: Pluma haud interest patronus an cliens fuat: Terencio, en Adelfos: Quid ista, Aeschine, nostra?, donde se suple intersunt o referunt; la construcción sintáctica sería: Aeschine, quid ista sunt inter nostra negotia; Donato, a propósito de la frase de Terencio en Formión, Quid tua malum id refert, comenta: "Preguntémonos por qué se dice quid mea, quid tua; ¿Acaso falta ad, de forma que sería ad mea, ad tua?"; esto lo escribió Donato, el cual, si bien no acertó plenamente, sin embargo pensó, en contra de los gramáticos, que se trataba de acusativos, y no de ablativos. Sobre el verbo refert o, mejor, refero, hay menos dudas, ya que siempre es un verbo activo, incluso en las construcciones mea refert, tua non refert; es lo que ocurre en hic puer patrem refert, es decir: repraesentat; y en hoc rem tuam minime refert. Pero vemos ejemplos en los que está claro el nombre en el que se apoya el verbo; Cicerón, en las cartas a Atico: Quid refert una sententia omnium; Varrón, en libro 1: Haec uarietas maxime refert; Plinio, en libro 7, cap. 6: Incessus in grauida refert; y en libro 11, cap. 51: Multum tamen in his refert et locorum natura; en el libro 16, cap. 33: Neque terrae tantum natura circa has refert; y cap. 39: Infinitum refert lunaris ratio; y en el libro 17, cap. 24: Refert et tempus anni; y en el libro 18, cap. 21: Plurimum enim refert soli cuiusque ratio; y en el cap. 31: Longitudo in his refert, non crassitudo; Lucrecio, en el libro 4: Vsque adeo magni refert studium atque uoluntas. De todos estos ejemplos se entiende claramente que se equivocan los gramáticos cuando dicen que mea, tua, sua son ablativos femeninos; según su regla, en las oraciones de infinitivo habría que decir Dico o arbitror meam referre, aiunt meam interesse, en lugar de mea; pero, en contra de ello, he aquí los testimonios de Plinio, en libro 14: Manifestum est patriam solumque referre, non uuam, y en libro 21: Diximus et terram referre plurimum. Son frases latinas, pues, mea interest, nostra refert, regis interest, cuius o cuia interest o refert; en todas ellas se sobreentiende officia, opera, munera, o negotia. Por otro lado, interest, es un compuesto de inter, y no de re, como indican claramente los siguientes versos de Horacio, en la sátira 2, del libro 1: Rem patris oblimare malum est ubicumque; quid interest in matrona, ancilla peccesue togata. Por último, si fuese verdad que el ablativo re de interest y de refert -yo en interest desde luego no lo veo- es el que provoca todas estas tragedias a los gramáticos, ese re debería ser largo; pero Horacio dice en el Arte: Intererit multum Dauusne loquatur an herus. Así pues, no se trata de re, sino de inter. Se me dirá: en el impersonal refert el re es largo, ya que se trata de res fert. Ya hemos hablado en el Arte, cuando traté de la cantidad de re, de la falsedad de este aserto. |
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