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CAPÍTULO IV
El dativo nunca va regido, ni en activa ni en pasiva. Siempre significa adquisición, nunca agente.
Los giros dormio tibi, tibi seruio, do tibi pecunias, tibi emitur liber, no se diferencian en nada, si nos atenemos a la natureleza del dativo; en todos ellos significa, en efecto, adquisición; así en Surripuit mihi nummos, y lac subducitur agnis. Y es que el dativo remite al fin último; por ello, puede añadirse a la frase cuando ésta está ya compuesta y construida. Una casa consta de materia, como son las piedras y las maderas; es hecha por un artífice, que es la causa eficiente; tiene forma, por la que la diferenciamos de las demás cosas; y cuando está construida y acabada, entonces miramos para qué asunto o para qué señor hay que acomodarla; de igual forma, el dativo se añade a una frase construida y acabada para marcar la adquisición. No hay, en efecto, ninguna oración, a la que no se le pueda añadir un dativo con el significado de adquisición. Así en tibi doceo, tibi soli amas. ¿Por qué, entonces, en las oraciones filius mihi peccat, non omnibus dormio, se dice que el dativo tiene el significado de adquisición, mientras que en do tibi pecunias non fratri, se dice que el dativo va regido por el verbo? Hay que entender, pues, que no hay ninguna oración o verbo a los que no se les pueda añadir un dativo, con tal, sin embargo, que se entienda que una cosa es amo me, y otra amo mihi; una cosa doceo uos, y otra doceo uobis. Por todo ello, dejen ya de extrañarnos frases con dativo como las siguientes; Terencio, en Adelfos: Vt uobis decet; Cornelio Frontón, hablando de los ejemplos de elocución, cita a Salustio, en el libro 1 de la Historias: Locum editiorem quam uictoribus decebat capit; Plauto, en Anfitrión: Nostro generi non decet; en español: "Para quien nosotros somos"; el mismo, en Bachides: Huic decet; el mismo, en Asinaria: Vt me te que maxime atque ingenio nostro decuit; he aquí un dativo y un acusativo, pero con diferente significado; Cicerón, en Sobre el orador: Quandoquidem id deceat prudentiae uae; Terencio, en Adelfos: Imo hercie ita nobis decet; en la misma comedia: Vt nobis decet ; en griego, ὑμιν πρέπει; Gelio, en el libro 9: Adolescens praefatur elatius quam aetati eius decebat; el mismo, en el libro 6: Foeminis solis uestem longe lateque difussam indecere existimauerunt; Tácito: Decere nobis terram; Terencio: Si hoc fratri celetur; Plauto, en Soldado: Homini seruo suos domitos habere oportet oculos et manus; Cicerón, en Catilinarias 1: Nihil agis, nihil moliris, quod mihi latere ualeat in tempore; Lambino, al no entender este texto, intenta corregirlo; Lucano, en el libro 1: Tu mihi causa late; Cicerón, en Catilinarias 1: Vt tibi ad forum Aurelium praestolarentur armati; Virgilio: Haec eadem matrique tuae generique manebunt; el mismo: Et tibi poena manet; Cicerón, en Filípicas 2: Cuius quidem tibi fratrem, sicut Caio Curioni manet; Catulo: Scelesta uae te, quae tibi manet uita; César, en Guerra de las Galias 3: Quum tela nostris deficerent; Gelio, en el cap. 29 del libro 2: Vt messem hanc nobis adiuuent; Plauto, en Bacchides: Quum nihilo pluris ea res referat sibi; el mismo, en Pseudolo: Nam quanti refert ei, nec recte dicere, qui nihil recte facit; Horacio, en el libro 1 de Sátiras: Vel dic quid referat intra naturae fineis uiuenti; Plinio, lib. 18: Acino plurimum refert, si contingat crescente luna uindemiare; Tertuliano: Interest homini Deo cedere; pero a mí me parece que aquí falta una letrita y que hay que leer hominis, como en aquello de Plinio del cap. 1: Nec interest hominis; Terencio, en Eunuco: Homini homo quid praestat; Plauto, en Asinaria: Pergin precari pessimo?; Séneca en el Sobre la vida bienaventurada: Huic succurro, huic misereor; el mismo, en Controversias: Misereri debent omnes mei, y Ego misereor tibi, puella; de ahí, en las Sagradas Escrituras: Miserere mei, domine, y miserere nobis; Plauto, en Aulularia: Nihil equidem tibi abstuli; en la misma comedia: At quod tibi abstuleras, cedo; la ambigüedad está en el dativo, ya que en el primer caso, tibi equivale a a te; y en el segundo está clara la idea de adquisición; Catulo: Eripite hanc pestem perniciemque mihi. Algunos doctos dicen que no se puede decir iubeo tibi; los cuales, si entendieran esto que estoy diciendo, estarían de acuerdo con Cornelio Tácito cuando dijo en el libro 13: Vbi Britannico iussit exsurgere. Vae uictis, hei mihi también son dativos que significan adquisición; y la partícula uae es el sujeto de un verbo sobreentendido; la construcción sintáctica completa seria: Vae uictis est; hei mihi erit. Consulta el capítulo relativo a la elipsis de los verbos. En los giros sum ruri, natus Carthagini los gramáticos sueñan que estamos ante dativos, cuando en realidad son ablativos, como diremos al hablar del ablativo. Profundamente se equivocan los gramáticos cuando enseñan que en voz pasiva el dativo se refiere al agente, como en deus amatur mihi, que sería a me; este error lo destruiré en su momento, cuando hable de los verbos pasivos. Con frecuencia se hallan juntos dos dativos; pero ninguno de los dos es regido por el verbo; es más, ambos significan adquisición, cada uno a su modo, como en hoc erit tibi curae, datur tibi hoc uitio; Plauto: Nucleum amisi, reliqui mihi pignori putamina. |
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