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CAPÍTULO I
Sobre la construcción de los nombres. Hemos dicho que la construcción se divide en concordancia y rección; a su vez, la concordancia es triple: del adjetivo y el sustantivo; del nombre y el verbo, y del relativo y el antecedente. El adjetivo y el sustantivo sólo concuerdan en número y en caso, no en género, ya que los adjetivos no tienen género, sino terminaciones adaptadas a los géneros, por las que descubrimos el género de los sustantivos. De esa forma, tras conocer el género de panes, necesariamente se dirá: panes albus, porque albus es la terminación que se adapta al género masculino; después queda que haya concordancia de número y caso. Y si se objeta que en panes alba hay concordancia de número y caso, y sin embargo no hay una concordancia correcta, responderé que la concordancia es correcta, pero que se comete una infracción a una regla que es anterior a la de la concordancia, y que dispone que la terminación en -us debe ir necesariamente con los nombres masculinos. La misma explicación vale para la concordancia del nombre y el verbo; ya hemos dicho, en efecto, que en este caso la concordancia es sólo de número. Se objetará que en ego docet hay concordancia de número y, sin embargo, la oración no es en absoluto congruente. También aquí hay una infracción a una regla que enseña que todo nominativo es de tercera persona, a excepción de ego, tu etc.; y como se ha ignorado que ego es de la primera persona verbal, no se ha conseguido adaptar la concordancia que después ha seguido su regla. |
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