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CAPÍTULO XII
Sobre el uso de los recíprocos en conta de Valla, Budeo y Quintiliano. En el laberinto de los recíprocos yo desería contar con un Teseo conductor del hilo más diligente de lo que fue Valla, quien, con gran esfuerzo, transmite, como es su costumbre, gran cantidad de tonterías, metiéndose incluso con los escritores más serios. He aquí lo que hay que mantener y lo que hay que rechazar en la doctrina sobre los recíprocos. Es una tontería que alguien escriba o diga algo que no entiendan ni siguiera los peritos; hay que evitar, pues, por encima de todo la anfibología. Pues bien, en los recíprocos, si no se respetan unas reglas -de las que sólo se prescindirá si no hay posibilidad de ambigüedad o si el sentido es evidente -, aparece, y mucha. Pues bien, cuando se trata de la primera o segunda persona, no habrá ninguna regla, como en cepi columbam in nido suo, o eius, o ipsius; ille tibi irascitur, quia sibi nocuisti, o ei nocuisti. Esto lo ignoró Valla, ya que corrige esto de Ovidio: respice Laerten, ut iam sua lumina condas; y corrige esto otro de Salustio: Nolite hunc iudicare ex operibus suis. Budeo tampoco se dio cuenta de esto, en la acumulación de textos contra Valla que hace en sus Comentarios; Cicerón, en 2 de Verrinas: Vt non modo in auribus uestris, sed in oculis omnium sua furta atque flagitia defixurus sim; et en 3 de Verrinas: Suis eum certis propriisque criminibus accusabo; el mismo, en el libro 4 de Cartas a Ático: Debemus patrem familias domi suae occidere nolle; Ovidio: Ecce rogant tenerae sibi dem praecepta puellae; Plauto, en Soldado: Excruciabit me herus, domum si uenerit, quum haec scibit, quia sibi non dixerim; Séneca a su madre Albina: Puer ad tuum formetur arbitrium; multum sibi dabis, etiam si nil dederis praeter exemplum; Plinio: Vinea si macruerit sarmenta sua comburito. Y no sólo hablan así los autores serios en el caso de las primeras o segundas personas, sino también en el caso de las terceras, siempre que no pueda haber una interpretación dudosa; Virgilio, Eneida 4: Tunc breuiter Barcen nutricem affata Sichaei, namque suam patria antiqua cinis ater habebat; Valla, con no sé qué argucias, intenta enmendar este texto y dice que habría emmendado al propio Virgilio, si hubiera vivido en su época. ¿Por qué no corrige también este otro texto de Eneida 6: At pius Aeneas ingenti mole sepulchrum statuit, suaque arma uiro, remumque tubamque?; ¿por qué no acusa también de solecismo a este otro texto de Valerio Máximo, libro 2, cap.2, sobre Metelo: Neque singulas partes aprehendit, sed tectam continuo in statum suum redegit, donde suum remite no a Metelo, sino a la disciplina militar?; el mismo, libro 3, cap.7: Ad speculanda acta sua uinisset; et libro 4, cap. 1, sobre Africano: Eodem robore mentis causam Annibalis in senatu protexit, quum eum ciues sui missis legatis accusarent; y en libro 4, cap. 3: Alexander Diogenem gradu suo diuitiis pellere tentat; suo, es decir, Diogenis; Quinto Curcio, libro 3: Alexander, inquit, urbem destitutam a suis intrat; César, 1 de Guerra de las Galias: Biduo post Ariouistus legatos ad Caesarem mitit: uelle se agere cum eo, aut, si id minus uellet, e suis legatis aliquem ad se mitteret; el mismo, 1 de Guerra Civil: Pompeius enim rescripserat sese rem in summum periculum deducturum non esse, ne que suo consilio aut uoluntate Domitium se in oppidum Corfinium contulisse; en la misma obra: Caesar interpellat se non maleficii causa ex prouincia egressum, sed uti se a contumeliis inimicorum defenderet; ut tribunos plebis ea re e ciuitate expulsos ad suam dignitatem restitueret; ut se et populum romanum in libertatem uindicaret; y sigue inmediatamente después: Lentulus ut in oppidum reuerti liceat petit; quod de sua salute impetrauerit, fore etiam reliquis ad suam spem solatio; Cicerón, libro 11 a Ático: Quumque ex eo de me contaretur; eum sibi ita dixisse narrabat: se mihi esse inimicissimum; uolumenque sibi ostendisse orationis, quam apud Caesarem contra me esset habiturus; multa a se dicta contra eius amentiam; aquí Cicerón le dice a Ático que Terencio le había escrito a él sobre la locura de Q. Cicerón; los términos sibi se refiere a Terencio; de los términos se, el primero a Quinto, el segundo a Terencio; Cecina a Cicerón, en el libro 6 de las Cartas: Hoc si Caesar non cogitat omnibus rebus felix est: si scit et persuasus est, quid irascitur ei, qui aliquid scripsit contra suam uoluntatem, quum ignorit omnibus, qui multa deos uenerati sunt contra eius salutem; en suam, se sobreentiende scribentis; en eius, se sobreentiende Caesaris; Cicerón, en 3 de Sobre la naturaleza de los dioses: Minerua dicitur patrem interemisse, uirginitatem suam uiolare conantem; el mismo en la Defensa de Milón: Vos ex M. Fauonio audistis Clodium sibi dixisse, et audistis uiuo Clodio periturum Milonem triduo; el mismo, en Catilinarias: Desinant insidiari domi suae consuli; Sallustio, en Catilina: Cornelius et Vargunteius constituerant Ciceronem domi suae imparatum confodere; Plinio, libro 2, sobre la luna: Defectus autem suos et solis eorum magnitudinum, umbraeque indices existere; el mismo, libro 27, cap. 8, sobre cierta hierba: Curatum ea scio, omnibus fere ossibus confractis, putatorem aquam suam inspergentibus; Lucano, libro 5 sobre el final: Quae nox sibi proxima uenit insomnis; el sentido es: Nox proxima fuit sibi, es decir, para Cornelia, sine somno: este texto, como otros muchos, fue analizado por Budeo en sus Comentarios, al escribir allí mismo contra Valla: "Y Quintiliano se equivoca al decir que Cicerón cayó en anfibología". Estas son las palabras de Quintiliano en libro 7, cap.9: "En este error cae Cicerón al hablar de la promoción del suegro de C. Fannio, al cual, como no había sido elegido para el colegio de los augures, no quería, sobre todo porque él habría preferido como yerno a Q. Escévola menor que él (sibi). Este sibi se puede referir, en efecto, al yerno y a Fannio". Estas palabras de Fabio son demasiado superficiales, ya que quien analice con profundidad todo el texto de Cicerón, verá claramente que se está refiriendo a Fannio, y que Fannio es el primero y principal sujeto ; el texto, entero, se transmite así en el Bruto: Alter autem Q. Fannius Marci f. Caii Laelii gener et moribus et ipso genere dicendi durior. Is soceri instituto (quem quia cooptatus in augurum collegium non erat, non admodum diligebat, praesertim quum ille Q. Scaeuolam sibi minorem natu generum praetulisset; cui tamen Laelius se excusans non genero minore dixit se illud, sed maiori filiae detulisse) hic tamen instituto Laelii Panaetium audiuerat. Me he extendido en esta discusión, para que se entienda que los grandes hombres de vez en cuando se quedan ciegos ante cosas insignificantes. Sea esta, pues, la regla que debemos seguir con absoluto cuidado: Siempre que la frase pueda resultar ambigua, el recíproco remite al sujeto primero y principal, de manera que si hay que poner en latín las frases "Dios se aparta de los hombres por sus pecados", y "los hombres se apartan de Dios por sus pecados" deben ponerse así: Deus discedit ab hominibus propter eorum peccata; homines discedunt a Deo propter peccata sua. Por ello, de nuevo no acepto aquello de Quintiliano, en el capítulo citado, donde dice: "Hay que corregir con muchas palabras aquellos pasajes en los que es dudoso a quién se refiere el reciproco y en los que el propio recíproco es ambiguo". Esto es lo que dice Quintiliano. Pero la ambigüedad estará suficientemente corregida si se observa la regla antedicha. |
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