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FORMAS DE GOBIERNO EN GRECIA 1. De la monarquía a la ciudad-estado. En la Antigüedad Grecia no logró
constituir un estado unificado: cada ciudad se constituyó en un estado
independiente, la polis. La polis es
una comunidad de ciudadanos que ejerce la soberanía sobre un determinado
territorio y que cuenta con un ordenamiento jurídico propio. En su origen, a comienzos de la
época arcaica (siglo VIII a. C.), las polis eran monarquías, es decir, estaban
gobernadas por una sola persona, el rey. Tras la desaparición de
los reyes, cada comunidad por separado tuvo clara e inequívoca existencia. El
poder había pasado a un corto número de familias aristocráticas –nobleza-, que
monopolizaba la mayoría del territorio. Este sistema político produjo
inevitables enfrentamientos entre los nobles y la masa del pueblo. De estas pugnas intestinas, y ayudada por el nuevo auge del poder militar, surgió la institución de la tiranía. La palabra ‘tirano’ servía para designar a quien se había hecho con el poder y lo retenía sin autoridad constituida legítimamente. Tal título no implicaba juicio alguno sobre sus cualidades como persona o como gobernante, si bien el incontrolado poder militar terminaba haciendo de los tiranos lo que hoy significa esta palabra. De todas formas, la tiranía supuso una forma de gobierno intermedia entre el gobierno de la oligarquía y el gobierno de la ciudad estado clásica. En las ciudades-estado clásicas, especialmente en las más urbanas y cosmopolitas, la comunidad propiamente dicha la constituía una minoría. La mayoría estaba compuesta por los no ciudadanos -de los cuales los que residían permanentemente en la ciudad recibían en Atenas y en algunos otros sitios el nombre de «metecos»-, los esclavos -clase mucho más numerosa-, y, en general, todas las mujeres. Los no ciudadanos, cualesquiera que fuesen sus derechos, sufrían varias incapacidades en comparación con los ciudadanos y, al mismo tiempo, estaban sometidos enteramente a la autoridad del Estado en que residieran. El peligro subyacente era que el sentimiento comunitario, con todo y ser muy vivo, se extinguiese debido a la gran desigualdad que prevalecía entre los miembros de la comunidad. La pobreza se hallaba muy extendida, el nivel de vida material era bajo, y había honda división entre los pobres y los ricos. Esta división provocó frecuentemente revueltas y sediciones, que a menudo degeneraban en guerra civil. Como hemos dicho, cada polis tenía su propio sistema de gobierno. Vamos a ver ahora los dos modelos antitéticos de las dos ciudades griegas más importantes en la época clásica: Atenas y Esparta.
2. La democracia ateniense.
Dos legisladores, Solón y Clístenes (siglo VI a. C.), para frenar los abusos de la nobleza oligárquica y los excesos de la tiranía, establecieron en Atenas un sistema en el que todo el pueblo tomaba las decisiones: esto significa el nacimiento de la democracia directa, que llegó a su máximo apogeo con Pericles (siglo V a. C.) y cuyas bases eran la libertad de expresión y la igualdad ante la ley. El poder residía en la Ecclesía ( jEkklhsiva), o asamblea de ciudadanos, que deliberaba, votaba propuestas y elegía magistrados. El poder de la Asamblea era limitado y controlado por el Consejo de los Quinientos, llamado Bulé (Boulhv), cuyos miembros eran elegidos por sorteo anual en la Asamblea. Actuaba en grupos de 50 miembros o pritanías. Este Consejo dirigía los asuntos públicos (poder ejecutivo), proponía leyes a la Asamblea (poder legislativo) y llevaba la fiscalidad de los magistrados y el ejército. Los magistrados, elegidos anualmente por la Asamblea, tienen poderes judiciales, religiosos y militares; los más importantes eran los nueve arcontes y los diez estrategos. Estos magistrados tenían que pasar una prueba de honradez al iniciar su cargo, y al cesar tenían que rendir cuentas a la Asamblea.
3. Esparta: la
sociedad militarizada.
Esparta es el mejor ejemplo de la sumisión de los ciudadanos a los
intereses totalitarios del estado. Esparta era un gran cuartel, y los espartanos
eran ante todo soldados educados para la guerra: despreciaban las bellas artes porque
no eran útiles para la guerra, y tampoco hablaban demasiado porque un soldado
obedece órdenes pero no
las discute. El siguiente texto, relativo a la educación de los niños, nos servirá para hacernos una idea del estilo
de vida espartano: A partir de los doce años dejaban de llevar túnica y sólo recibían un manto para todo el año. Dormían en dormitorios colectivos sobre jergones de cañas. No se bañaban y solamente se frotaban con aceite los pocos días festivos que había. Se les azotaba cruelmente por cualquier falta, aunque fuera leve. A propósito, en las comidas, que tomaban en común, sólo se les daba un alimento tosco e insuficiente para que buscaran víveres por su propia cuenta y se entrenaran así en el atrevimiento y la astucia. Se conoce la historia de un niño espartano que, al haber capturado a un zorrillo, lo ocultó bajo su manto, y antes de ser descubierto permitió que el animal le desgarrara el vientre y aguantó el dolor hasta morir. R. Flacelière,La vida cotidiana en Grecia en el siglo de Pericles.
En el sistema político
espartano, junto a la diarquía (dos
reyes hereditarios, con funciones prácticamente honoríficas) y la primitiva asamblea (Apella), hay un senado
aristocrático (Gerusía), un consejo
de 28 ancianos que tiene el poder judicial y dirige la política exterior. La Asamblea elige a los éforos, cinco magistrados anuales con poder ejecutivo y legislativo. Copyright(c) 2003. Carlos Cabanillas. I.E.S. Santiago Apóstol |