El valor general del ablativo es el de indicar la circunstancia externa, la relación entre el proceso y la cosa externa. El ablativo latino representa la fusión o sincretismo de tres casos primitivos: el ablativo, el instrumental-sociativo y el locativo. El latín fundió los valores de estos tres antiguos casos en uno solo, salvo las escasas pervivencias que restan del locativo. Es el caso de multitud de complementos circunstanciales, cuyos valores concretos vienen dados bien por el uso de preposiciones bien por el contexto semántico. Veamos cuáles son los usos más importantes del ablativo, distribuyéndolos en los tres grandes ámbitos de significación que su origen le proporciona:
* Ablativo propiamente dicho (ablativo separativo).
El ablativo propiamente dicho expresa el punto de partida, la separación, el alejamiento, en sentido propio o figurado. Se suele utilizar con las preposiciones ab, ex, de, prescindiendo de ellas con los nombres propios de lugar menor y los sustantivos domus ('casa') y rus ('campo'). Los usos más frecuentes de este ablativo son: * Ablativo de punto de partida: Expresa el punto de partida -respondiendo a la cuestión unde- en sentido local , temporal o figurado: Caesar e Gallia profectus est. A pueritia.
Este ablativo de punto de partida es el que podemos encontrar como segundo término de un adjetivo en grado comparativo de superioridad:
Marcus doctior Petro est.
Asimismo, este es el ablativo que utiliza el latín para expresar el complemento agente cuando éste es una persona: Legatus a Pompeio in Hispaniam missus est.
También es este el ablativo que se utiliza para expresar la materia de la que está hecha una cosa, el asunto -título- de un libro o el tema de una conversación, etc.:
Pocula ex auro. De inmortalitate disputavimus. De imperio Cn. Pompei oratio.
* Ablativo de separación: No es más que el ablativo de punto de partida, pero aplicado a ciertos verbos y adjetivos que expresan alejamiento, separación, privación. Puede usarse con o sin preposición: Romani mulieribus carebant. Aristides expulsus est patria. Inops ab amicis. Abstinere a voluptatibus.
* Ablativo de origen:
Es el ablativo de punto de partida aplicado a los verbos nasci ('nacer'), y los participios ortus, prognatus, oriundus, etc., que indican descendencia y filiación. Puede aparecer con preposición (más frecuentemente) o sin preposición:
Nobili genere natus. Homo a se ortus.
El ablativo instrumental expresa en esencia las circunstancias acompañantes de la acción verbal en su desarrollo, pudiendo ser éstas ya el medio, la compañía, el instrumento, la causa, el modo, etc. Los valores concretos más importantes son los siguientes: * Instrumento: Señala el medio o instrumento que se emplea para realizar la acción verbal. Prácticamente no se utiliza con nombres de persona (con los que se suele emplear per + acusativo), salvo cuando se refiere a seres que son instrumentos pasivos: esclavos, soldados, etc.: Militibus murum fossamque perducit. Gladiis pugnatum est. Cornibus tauri se tutantur.
En latín postclásico se extiende el uso de la preposición cum para este ablativo instrumental:
Herbam cum fuste evellere.
* Causa:
Indica, no sólo la causa que desencadena el estado o proceso verbal -en cuyo caso sería un ablativo de origen, con las preposiciones ex, de, ab [cf. ex vulnere aeger]-, sino la causa que acompaña al proceso verbal en su desarrollo:
Lacrumo gaudio. Timore defugerunt. Hostes metu oppidum deseruere.
* Precio:
Expresa a qué precio algo se compra, vende, alquila, hace, etc.:
Emi virginem triginta minis.
Recordemos que también existe un genitivo de precio.
* Compañía:
Señala en compañía de quién se realiza la acción y cuáles son las circunstancias que la acompañan (ablativo de modo). Se construye generalmente con la preposición cum:
Cum patre venit. Vidi quanto meo dolore! Legibus agere. Summo furore cupere.
En lenguaje militar, el complemento de compañía puede prescindir de la preposición cum cuando designa las unidades militares con las que se realiza una acción:
Dux profectus est omnibus copiis.
* Cualidad:
Es el ablativo que se usa para expresar la cualidad generalmente de una persona, rara vez de cosas. Normalmente no lleva preposición:
Mulier eximia pulchritudine. Capillo sunt promisso Britanni.
Hemos de recordar que existe también un genitivo de cualidad.
* Complemento qua (lugar y tiempo):
Referido al lugar, el ablativo instrumental sin preposición expresa el lugar por donde se realiza un trayecto (tratándose de lugares naturales se prefiere per + acusativo):
Ibam forte Via Sacra. Diversis itineribus in castra se receperunt.
Referido al tiempo, expresa, sin preposición, el tiempo empleado para realizar algo:
Sex diebus hostes expulit. Troiam decem annis ceperunt.
* Ablativo de relación:
Llamado también ablativo de limitación, referencia o punto de vista, expresa en relación a qué o en qué límites es válida una afirmación:
Vincere aliquem gloria. Doctrina Graeci nos superant.
El ablativo se utiliza con valor locativo, respondiendo a la pregunta ubi en sentido local y temporal ('dónde, cuándo'), siempre que se trate de sustantivos que no hayan conservado el antiguo caso locativo, es decir, la mayoría de ellos. El ablativo-locativo se emplea con y sin la preposición in: * Se emplea sin preposición con los nombres propios de lugar menor que no tienen locativo: Athenis vixi. * Se emplea con la preposición in con los nombres propios de lugar mayor y con los nombres comunes (salvo las contadas excepciones de nombres comunes que conservan el locativo): Dux in Italia manebat. Los nombres comunes pueden prescindir de la preposición cuando ellos mismos ya tienen un significado local (loco, parte, regione, etc.) o temporal (hieme, aestate, die, nocte, Idibus, etc.): Prima luce milites cum hostibus proelium commiserunt. Nostri iniquo loco pugnabant. Finalmente, el ablativo-locativo utiliza también la preposición sub ('debajo, al pie de'): Sub terris habitare. Sub monte consedere. |
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