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[ Homero y Hesíodo][Lírica][Teatro]
EL TEATRO I. ORÍGENES DEL
TEATRO. Aristóteles, en su
Poética, deriva el drama por entero
de la improvisación, y para la tragedia señala como punto de partida del
desarrollo los corifeos del ditirambo[1]. En el enfrentamiento de
los que entonan el coro y el propio coro vio Aristóteles el origen del
desarrollo posterior del elemento dialogal y dramático. Aristóteles menciona más adelante un
segundo origen de la tragedia. Afirma que al principio estuvo compuesta de
pequeños temas y un lenguaje jocoso, y sólo más tarde adquirió su absoluta
dignidad, pues se originó del satiricón. El punto en que se unen el ditirambo
y el satiricón hay que buscarlo en Arión, quien compuso ditirambos
artísticamente elaborados, e hizo que fueran sátiros[2] los que los
representaran. Así, la doble afirmación aristotélica demuestra tener su
fundamento histórico. La interpretación de la palabra
‘tragedia’ como ‘canto de los machos cabríos’ (travgwn
w/jdhv) parece la más
plausible. El ditirambo y el drama satírico
están en estrecha relación con el culto a Dioniso[3]. Pero por muchos
elementos dionisíacos que contenga la tragedia, hay uno que casi nunca lo es, su
tema. Para la tragedia fue de suma importancia el hecho de que, por influencia
del culto a los héroes, la leyenda
heroica se convirtiera en su contenido. Con el mito heroico la tragedia
conquistó un ámbito temático que vivía en el corazón del pueblo como un trozo de
su historia, pero que a la vez aseguraba con respecto al objeto tratado la
distancia que es condición irrecusable de toda obra de arte. Los temas mitológicos que
constituían el contenido de los cantos corales se fueron basando en contextos
cada vez más amplios. Se sintió así la necesidad de preparar a los oyentes para
el espectáculo con unas palabras a modo de prólogo y con la introducción de un
recitador entre dos cantos. Con esto nació el diálogo, establecido entre el recitador
y el corifeo. El primero poeta trágico de quien
tenemos noticias es Tespis,
designado con frecuencia como el creador de la tragedia. A mediados del siglo VI
a.C. representó por primera vez una tragedia en las Grandes Dionisias. De Tespis
se conservan algunos títulos y un par de versos. En cuanto a la comedia, Aristóteles atribuye su origen
a los que entonaban los cantos fálicos. Los directores de las comparsas, en
procesión durante las fiestas Dionisias, intercambiaban chirigotas con los
miembros del cortejo y con los propios espectadores. Las comedias tenían lugar en las
Leneas, la fiesta que el arconte-rey celebraba en Gamelión en honor de
Dioniso. Aristóteles explica la procedencia
del nombre ‘comedia’ del canto de un cortejo (kw'mo") como
aquél que reunía a los devotos del dios en una alegría desenfrenada. Pero
también la falsa derivación de kwvmh,
‘aldea’, contra la que polemiza Aristóteles, contiene un fondo de verdad. II. LA TRAGEDIA
GRIEGA.[4] Durante el siglo V la tragedia es,
en Atenas, el arte literario por excelencia. Hasta el fin conservó este género
la huella de su origen dionisíaco. A su asociación con el dios debe la
conservación del coro, que siempre siguió expresando nociones propias de la
mente religiosa. La tragedia siguió siendo una forma de la actividad religiosa,
aun en los días en que sus creadores habían dejado de creer en aquella
religión.
X Estructura de una tragedia. Normalmente una tragedia griega
constaba de las siguientes partes: - Prologos, parte
que precedía a la entrada del coro. ; era un monólogo o diálogo que explicaba el
argumento del drama y la situación inicial. - Parodos, canto
del coro mientras entra. - Epeisodia,
escenas a cargo de uno o más actores junto al coro. - Stasima, cantos
del coro ‘a pie quieto’. - Exodos, o
escena final. X Autores y obras. De la primitiva tragedia ática nada
ha quedado. Las piezas que nos han llegado son obras de los tres grandes
trágicos: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Su unidad artística no era la
tragedia, sino la trilogía de
tragedias relacionadas por el asunto. A éstas seguía otra pieza semihumorística,
donde un tema heroico era tratado con comicidad; pero de estas piezas satíricas
nada se conserva. Esquilo no pensaba en abstracto,
sino en vivas imágenes, y cada una de sus palabras muestra la naturalidad con
sus experiencias se vuelcan en poesía. Mostró también afición por los efectos
espectaculares y por los aparatos mecánicos. Su lenguaje es grandioso. Inventa
largos compuestos y emplea con profusión epítetos y metáforas atrevidas. Perfila
sus personajes principales sin caer en complejas elaboraciones, al ser más
típicos que individuales. Los coros presentan también una caracterización
típica: tienen una función que desempeñar y están involucrados en la acción; sus
cantos son importantes y explican a menudo el significado de los acontecimientos
que preceden a la acción. La acción en Esquilo fluye
inexorablemente hacia el desenlace sin intervención del elemento sorpresa. Los
hombres aprenden a través del dolor que cualquier circunstancia es la voluntad
de un Zeus justo. Suplicantes es considerado
como el más antiguo drama de Esquilo (primera década del siglo V), y formaría
parte de una trilogía de la que se han perdido las otras dos piezas.
Persas, representada en 472 a. C., es una pieza única, no forma parte de
una trilogía, y su objeto es celebrar la victoria ateniense sobre los persas.
Siete contra Tebas, de 467 a. C., es la tercera y única pieza conservada
de una trilogía sobre el tema de los pecados y calamidades de la casa de
Lábdaco[5]. La última trilogía,
Orestía, data de 458 a. C., y está compuesta de Agamenón,
Coéforos y Euménides. En la primera, Agamenón regresa victorioso
del sitio de Troya y halla la muerte a manos de su esposa Clitemnestra; en la
segunda, su hijo, Orestes, venga la muerte del padre matando a su madre; en la
tercera, Orestes es exculpado y purificado de su crimen. SÓFOCLES
(496-405 a. C.) destacó pronto por su belleza y su destreza en la música y la
danza. Sus primeros años coincidieron con la expansión del imperio ateniense,
aunque no tomó parte activa en la política. De las más de cien obras que se le
atribuyen se conservan siete tragedias: Áyax, Antígona,
Traquinias, Edipo rey, Electra, Filoctetes y
Edipo en Colono. Según Aristóteles, Sófocles fue un
innovador en la tragedia: añadió un
tercer actor a los dos previamente aceptados, introdujo el ‘decorado’ e
incrementó el coro de doce a quince; también abandonó la costumbre de Esquilo de
escribir trilogías sobre acontecimientos relacionados, dando en su lugar un
argumento independiente a cada drama. La introducción del tercer actor
permitió a Sófocles hacer mucho más complejo el argumento, el diálogo y la
relación de los personajes. Sus héroes y heroínas dan la impresión de que es su
carácter innato el que inicia la acción, y de que no podían haber actuado de
otra manera. Los dramas muestran una piedad convencional pero profunda: que los
dioses aplican su justicia a la vida humana y que los sabios actúan lo mejor que
pueden de acuerdo con la voluntad divina. Sófocles introduce rara vez en sus
dramas datos que se relacionen con la actualidad. Era un maestro del diálogo. El
lenguaje de Sófocles es decoroso, evitando lo grandioso y lo excesivamente
naturalista, y a menudo es denso, buscando más la economía que la claridad. EURÍPIDES
(485-406 a. C.) es el más joven de los tres grandes trágicos. La leyenda que
cuenta que escribió sus obras en una cueva de Salamina confirma otras noticias
sobre su carácter solitario, y de hecho no se significó en política. Fue
asociado por la opinión popular con los sofistas, cuya influencia se puede
discernir en sus obras. Alrededor de 408, se cuenta que, amargado por su
impopularidad, se retiró de Atenas a la corte de Arquelao, rey de Macedonia;
allí murió, según la leyenda, despedazado por los perros de Arquelao.
Poseemos diecinueve obras de
Eurípides, de un total de noventa y dos que se le atribuyen. Entre sus títulos
están: Alcestis, Medea, Hipólito, Troyanas,
Bacantes, Ifigenia en Áulide, Hécuba,
Suplicantes. Las tragedias de Eurípides deben su
tono característico tanto al alejamiento
de la ortodoxia de Esquilo y Sófocles, y a la preferencia por los puntos de vista no convencionales ni
tradicionales y por los personajes
sociales insignificantes como las mujeres y los esclavos, como a su nueva
apreciación de las viejas historias a la luz del escepticismo de fines del siglo V. Sus
héroes y heroínas míticos, vestidos con prendas apropiadas a su sufrimiento,
describen sus desgracias en un lenguaje contemporáneo y en términos humanos, sin
importarle que un esclavo pueda revelar una nobleza de espíritu reñida con su
status. Sentía clara atracción por historias de violentas y extrañas pasiones,
pero lo que le interesaba sobre todo es el conflicto que se crea en la mente sus
personajes.
III. LA COMEDIA
GRIEGA[6]. III.-A. COMEDIA ANTIGUA. El término Comedia Antigua designa
las comedias representadas en Atenas en el siglo V a. C. De todas estas obras
las únicas que se han conservado completas son once obras de Aristófanes (las
dos últimas escritas ya en el siglo IV) Una comedia aristofánica presenta la
siguiente estructura: a. Prologos, una
escena de tipo expositivo que abre la obra, antes de la entrada del coro. b. Parodos,
‘entrada del coro’, escena en la que el coro entra y se presenta al
público. c. Agon,
‘debate’ entre los adversarios con argumentos a favor y en contra del tema
capital de la obra. d. Parabasis,
‘marcha hacia adelante’. Tras el agón los personajes abandonan el escenario, el
coro se adelanta y el corifeo se dirige al público directamente. e. Epeisodia,
episodios separados por breves cantos del coro. f. Exodos, escena
final, en la que la nota predominante es la alegría, que generalmente da paso a
una boda o a una fiesta. Para poner en escena una comedia se requerían tres o cuatro actores, y un coro de veinticuatro miembros (todos varones). El coro era de importancia capital. Muchas obras tomaban sus títulos del coro (Avispas, Aves), cuyos trajes y danzas proporcionaban el espectáculo. Los trajes de los actores eran una deformación de la realidad, con máscaras grotescas, cuerpo relleno con una especie de almohadillas, y posiblemente un gran falo para los personajes masculinos. El traje era acorde con la naturaleza tosca de la Comedia Antigua, en la que los chistes tenían mucho que ver con el sexo y se expresaban en un lenguaje sin tapujos, a menudo vulgar. Personajes, acontecimientos e instituciones de la época son objeto de burla en la Comedia Antigua. De igual modo, los dioses, o algunos dioses, recibían un trato irreverente, aunque nunca de un modo que pudiera poner en duda su existencia.
Aristófanes (445-385 a. C.), de cuya vida no sabemos nada, con sus once obras conservadas, es el único representante de la Comedia Antigua que ha llegado hasta nosotros. Los títulos de estas obras son: Acarnienses, Caballeros, Nubes, Avispas, Paz, Aves, Lisístrata, Tesmoforiantes, Ranas, Asambleístas, Pluto. El lenguaje aristofánico es colorista e imaginativo y su poesía lírica aguda y de tonos variados. Su humor radica esencialmente en la exageración, la parodia y la sátira, dirigida contra movimientos nuevos en el pensamiento y la cultura, y contra hombres ilustres que daban pie a este trato. Los personajes simpáticos están en el pueblo llano, que quiere que lo dejen en paz para disfrutar su vida de siempre sin ser molestados por guerras, políticos o intelectuales. III.-B. COMEDIA MEDIA. El término de Comedia Media se emplea para designar la comedia ateniense del período 400-323 a. C., comedia que se ha perdido prácticamente en su totalidad. Fue un momento de experimentar nuevas fórmulas. Desaparece la parábasis, se redujo drásticamente el papel del coro y desparecieron la vestimenta almohadillada y el falo. III.-C. COMEDIA NUEVA.
Se trata de la
comedia ateniense del período 323-263 a. C. Las obras de la Comedia Nueva se
ajustan a un modelo reconocible: estaban divididas en cinco actos separados por intervalos
corales irrelevantes a cargo de un coro que no tenía otra función en la obra y
cuyos cantos no se han conservado. Los
comediógrafos localizaron sus obras en Atenas. Hacían pocas referencias a
ciudadanos atenienses o políticos destacados, y en general los comentarios
políticos eran escasos. Los argumentos tenían que ver con episodios
estereotipados pero relativamente realistas de la vida privada de las familias
acomodadas. Ninguna
obra se ha conservado, pero algunos hallazgos papirológicos nos han restituido
partes extensas de varias obras de Menandro y fragmentos de otros
dramaturgos. Menandro
(342-292 a. C.) es el mayor creado de esta Comedia Nueva. Los papiros han sacado
a la luz una de sus obras completa, Díscolo, y extensos fragmentos de Aspis (‘escudo’), Georgos (‘campesino’), Dis exapaton (‘el que engaña dos
veces’), Epitrepontes (‘arbitraje’),
Colax (‘adulador’), Misumenos (‘odiado’), Perikeiromene (‘trasquilada’), Samia, Sicionio. La pérdida de su obra se debió
a su exclusión de la lista de las escuelas griegas del siglo V d. C. y
posteriores, en gran parte porque su lengua no era el griego ático clásico, sino
más bien la koiné. Sus
obras se sitúan en la Grecia contemporánea, generalmente en Atenas o en la
campiña que la rodea. Las tramas conciernen a las vidas privadas de familias
acaudaladas, con el enredo amoroso como tema importante, pero no siempre
central. Los personajes eran, con mucha frecuencia, convencionales: el chismoso,
el cocinero engreído, el soldado fanfarrón, el padre colérico, el esclavo astuto
pero cobarde, la prostituta de buen corazón. Las tramas son emocionantes y
hábilmente entrelazadas, y el diálogo es muy rápido, casi siempre agudo e
ingenioso. A
través de las adaptaciones de los comediógrafos romanos Plauto y Terencio,
Menandro influyó profundamente en el desarrollo de la comedia europea. Además
de Menandro, conocemos los nombres de otros representantes de la Comedia Nueva,
entre los que destacan Filemón y Dífilo. [1] Canto coral de argumento mítico cantado por un coro que baila al mismo tiempo en honor de Dioniso. [2] Acompañantes míticos de Dioniso, representados con forma humana pero aspecto bestial, con cola de caballo o patas de chivo, lujuriosos y aficionados a la juerga. [3] La ocasión más importante en el estreno de tragedias en Atenas tiene lugar durante las Grandes Dionisias (en el mes de marzo). [4] Sólo se nos han conservado tragedias griegas de autores atenienses, por eso la denominación más propia es la de tragedia ática. [5] Lábdaco es rey de Tebas y padre de Layo, que a su vez es padre de Edipo. Layo recibe la maldición de morir a manos de su hijo. Edipo, al consultar el oráculo, recibe la respuesta de que matará a su padre y se casará con su madre. Del matrimonio de Edipo con su madre Yocasta nacen cuatro hijos: Etéocles, Polinices, Antígona e Ismene. [6] Al igual que sucede en la tragedia, la única comedia griega que conocemos es la ateniense, por lo que se la conoce como comedia ática. Copyright(c) 2003. Carlos Cabanillas. I.E.S. Santiago Apóstol |